Los periodistas ante el idioma
Manuel Seco Reymundo, académico de la Real Academia Española, pronuncia en
el año 1990 un discurso en la Asociación de Prensa de Zaragoza, "Los periodistas ante el idioma", en el que
analiza la utilización del lenguaje por parte de los medios de comunicación. Seco explica que pese a que los profesionales de la comunicación poseen un
elevado dominio del lenguaje, es debido a su función de maestros modernos que
se debe exigir a los periodistas el perfecto uso de la lengua, o al menos la
ambición de acercarse a ella, pues se trata de su herramienta básica de
trabajo.
A modo de concienciación, el académico cita numerosos errores lingüísticos
cometidos por los medios de comunicación, todos ellos producidos por causa de
la ignorancia. Distingue entre errores de los medios escritos tales como
confusiones en el género de las palabras, el uso inadecuado de las
preposiciones, las malas conjugaciones de los tiempos verbales, el uso de los
enunciados con dobles interpretaciones, el uso de un lenguaje recargado y la
utilización inadecuada de ciertas palabras fruto de la eterna obsesión de huir
de la sencillez del lenguaje no periodístico y los errores de los periodistas
de los medios orales como son diversos errores en la acentuación de las
palabras, la colocación de las pausas y la pronunciación de nombres
extranjeros.
En definitiva, Manuel Seco achaca los malos usos a la mala calidad de la
enseñanza española en todos los niveles educativos y propone como posibles soluciones
para elevar la calidad del uso de la lengua en los medios, un Seminario
Permanente de Lengua Española o la creación de la figura del asesor lingüístico
en cada periódico o emisora, cargo asumible por un profesor de lengua española.
Coincidimos totalmente con Seco en que los errores causados por la
ignorancia de las normas lingüísticas solamente pueden remediarse de una
manera, con la educación y el estudio de las mismas. La situación en la que se
encontraba la educación española hace un par de años si bien no era
medianamente digna tampoco era para tirar cohetes. En la actualidad, en pleno
periodo de crisis económica, social y de valores, no sólo no se ha puesto freno
a los errores que hace cerca de veinte años ya estudió Seco, sino que el cúmulo
de circunstancias actuales es idóneo para un mayor deterioro de la lengua en
contra de su esperada mejoría.
Además, como citaba Seco en su discurso “una mentira contada 242.508 veces se convierte en una verdad” y con ayuda de Internet y las redes sociales las mentiras o equivocaciones pueden campar a sus anchas por la red hasta el punto de que creemos que son correctas. En conclusión, debemos como periodistas y líderes de opinión tener especial cuidado con nuestra utilización del mensaje, pues no solo podemos emitir mensajes incorrectos o mal construidos sino que podemos provocar que las demás personas, influidas por nuestros errores, comiencen a construir sus mensajes también de manera errónea.
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